13.4.11

la voz

La voz salió precipitada por el embate del viento. Amanecía en algún lugar, hacia allá fue la voz. Corrió sobre los árboles las piedras las antenas parabólicas  los balcones de los más altos edificios. Atravesó el jardín y la gran magnolia en letargo otoñal. Buscó una ventana alta, pequeña, de bisagras azules. Allí hizo su nido, esperando que se abrieran los batientes y le permitieras entrar, entrar en tu noche, en tu pecho negro.
Nunca respondiste.

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