2.7.10

(José

te extrañaré
allá en Lanzarote iré a buscarte
cuando yo también me vaya)

1.7.10

13

Tímido bajaba el arroyo
estéril en su cauce
ni siquiera un cementerio
en su ribera.
Tímido entre las grietas
incapaz de erosionar o modificar.
Primero un tumulto de gotas r e f r e s c a n t e s
luego el rumor del golpe del curso
en las rocas grandes.
Así supo el arroyo
dónde estaba el río caudaloso y fértil.
Hacia allí fue
se fundió en él.
Ni el arroyo ni el río
fueron los mismos desde entonces.