21.4.10

Alguien lo tuvo que contar

La madrugada no tiene medidas. Espacio sin ser mientras ocurre, u ocurre fuera de mí.
Odio el teléfono que suena, cuando suena.
Ha muerto. No era un rey, no habrá otro rey puesto.

Dónde estará mi ojo mojado esta tarde, no el que llevo turbio y mentiroso, el otro que llora, que lo llora, dónde estará.

1 observadores:

Marcos dijo...

Quien llora.
Quién llora, quiénes lloran.
Alimentamos la unicidad del misterio, despacio.