20.3.12

Delincuentes

Derechos humanos son aquellos que corresponden a los humanos y a nada más, o sea, a eso que llamamos "medio ambiente".
La mitad de todo es el ambiente, y la otra mitad, nosotros (?!). Claro que no todas las culturas hacen esta horrible división, esta orfandad de mundo que hacemos los occidentales-capitalistas-modenos.
Porque al escindirnos del mundo, nos ponemos sobre él como monstruos devoradores, lo poseemos en sus líquidos, cielos y criaturas, lo roemos y lo rompemos para el lujo, el ostento, el "confort", la "diversión".
Está claro que algo nos falla. No puede ser que veamos tan natural ese atravesar el mundo a mordiscones, bajando un árbol para plantar soja para hacer combustile para mover una máquina que tala árboles.
Esa violencia nadie la juzga, no hay leyes que defiendan ese árbol. Y no las hay porque no nos conmueve. No nos conmueve la muerte del árbol, del pez que será empanada gallerga esta pascua, del pollo que se crió atado, pinchado y entubado para que engorde rápido y sea devorado más rápido aún.  Y si eso no nos conmueve ¿porqué habría de importarnos la suerte del vecino? Para el caso es lo mismo, es otra critatura más, distinta de uno, e igual de descartable y usable que las demás. Que la única razón válida parece ser la propia, y el derecho se constituye en el peso del más fuerte, el que grita más, el que puede encerrar en sus armarios la comida y el agua y obligarnos a hacer lo que sea para conseguirla.
Todo es una misma cosa; no somos mejores que esos llamados delincuentes, somos el mismo monstruo devorador.
Yo creo que desde ahí arranca el cambio.
Lo que no sé es si ya hemos pasado el punto de no-retorno.

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